¡TOMA NOTA!
Los Paneles Solares basan su funcionamiento en un efecto conocido como fotovoltaico, el cual se produce cuando sobre materiales semiconductores, hacen que la radiación solar incida y se produzca electricidad.
Pero para que esta electricidad se origine, primero interviene el sol.
La energía solar proviene del núcleo del sol, que está compuesto principalmente por hidrógeno y en condiciones específicas se funde para producir helio. Este proceso libera enormes cantidades de energía, las que brotan desde el corazón de las estrellas y viajan por el espacio por miles de millones de años… Y como la tierra está cercana al sol, recibe su energía de distintas maneras.
La atmósfera y magnetosfera filtran gran parte de la radiación solar nociva, pero dejan pasar las longitudes de onda correspondiente a la luz visible y al infrarrojo, de modo que, lo que más recibimos son la luz y el calor, quienes son los que promueven los mas variados efectos sobre la superficie del planeta como: los vientos, formación de nubes, lluvia o los cambios climáticos.
Regresando a los Paneles Solares…
La energía expuesta por los rayos solares impactan sobre la superficie del panel, penetrando en éste y siendo absorbidos por materiales semiconductores, como el Silicio o el Arseniuro de Galio. Los paneles fotovoltaicos están compuestos por numerosas celdas que transforman la luz en electricidad, dichas celdas a veces son llamadas células fotovoltaicas, que significa “luz-electricidad” y dependen del efecto fotovoltaico para poder transformar la energía del sol y hacer que una corriente pase por dos placas con cargas eléctricas opuestas.
El parámetro estándar para medir su potencia se denomina potencia pico. Cuando son expuestos a la luz solar una celda de Silicio de 6 centímetros de diámetro puede producir una corriente de alrededor 0,5 amperios a 0,5 voltios.
¡Úsala!
La energía del sol no corre riesgo de desaparecer y es una fuente totalmente renovable e inagotable.
No emiten ningún tipo de sustancias contaminantes a la atmósfera y no contribuyen al cambio climático o al efecto invernadero.
Usando energía solar se podrían evitar desastres naturales como las de las centrales nucleares de Chernobyl o Fukushima. De igual manera impedir los vertidos de petróleo que destrozan costas y ecosistemas marinos.
Los combustibles fósiles tardan años en desaparecer y contaminan el aire, la tierra y el agua, en comparación de la energía solar que nada de eso produce.
Favorecen el acceso a la electricidad a las zonas menos favorecidas, donde aún el tendido eléctrico no llega o las empresas no acceden.
No necesitan de un mantenimiento laborioso y suelen tener una vida útil de unos 20 años.